BLOG

El coronavirus pasará. ¿Y después qué?

21-04-2020

La crisis del Coronavirus nos ha pillado a todos por sorpresa. De repente, nos han encerrado a todos en casa sin poder salir. Hemos visto por las noticias y las redes sociales como miles de personas, la mayoría de ellas ancianos, han fallecido sin que sus familiares se pudieran despedir, hemos presenciado cómo muchas personas se han quedado sin trabajo, como el sistema sanitario es mucho más frágil y necesario de lo que pensábamos, como de repente el planeta se está regenerando, porque hemos sido muy agresivos con él.

Confinados, hemos constatado que la convivencia con nuestros hijos y parejas es muy compleja y nos hace darnos cuenta que acaso no les estábamos atendiendo como necesitaban, porque vivimos la vida a una velocidad frenética, persiguiendo no sabemos muy bien qué.

En Mallorca vemos, continuamente, como económicamente nos estamos empobreciendo en una economía monocultivo y depredadora que está matando nuestro bienestar y el del planeta.

Es evidente que este período de confinamiento en casa nos ha dado la lección de que necesitamos replantear la forma en que estamos viviendo, porque la forma en que lo hacíamos era insostenible, tanto por el medio ambiente como para nuestra salud mental, emocional, relacional y nuestro futuro económico.

Tarde o temprano esta pandemia pasará. Lo que parece evidente es que ya nada volverá a ser como antes.

¿Qué pasará entonces? ¿Qué papel nos tocará jugar a todos nosotros? ¿Qué debemos hacer, a partir de ahora? ¿Qué debemos cambiar?

Desde la disciplina del Coaching Ontológico y la Terapia Gestalt hace tiempo que sabemos que los humanos y la modernidad en la que vivimos, tal como la conocemos, estamos en crisis y es una crisis de aprendizaje. Tenemos muy claro que ahora lo que nos toca ya no es HACER -ya hemos hecho bastante- sino que lo que nos toca es empezar a SER.

Cuando la pandemia pase, a mucho de nosotros nos tocará vivir, ya no sólo una crisis económica, sino una fuerte crisis personal y profesional. Una crisis personal es realmente un proceso doloroso y necesario, a través del cual nos deshacemos de todo aquello de nosotros que ya no nos sirve, para poder evolucionar y dar paso a lo nuevo. Se trata de morir para volver a renacer, desde quien realmente somos. Se trata, de podar las ramas viejas del árbol que somos porque nuevas puedan florecer.

Durante mucho tiempo hemos estado muy desconectados de nosotros mismos y de nuestro potencial interior. Ahora nos toca emprender el viaje de vuelta a casa.

Pero ¿Cuál es el trabajo que nos toca abordar?

-Darnos permiso para conectar con nuestra vulnerabilidad y trabajarnos a nivel individual para conectar con nuestra autenticidad, deshaciéndonos de creencias, comportamientos, de corazas emocionales y corporales que ya no nos sirven, porque a partir del hecho de conectar con quienes somos y de lo que hemos venido a hacer en la vida, poder servir a los demás disfrutando del trabajo que nos apasiona, tener relaciones más saludables con la familia, la pareja, los compañeros de trabajo y entorno, y poder saborear de la vida en el aquí y ahora.

-Aprender, también en comunidad y en cooperación con los demás, desde el lenguaje, el cuerpo, las emociones, las relaciones y la sabiduría interior, desde lo que se nos negó en nuestra infancia, adolescencia y juventud, porque sólo aprendimos de una sola manera: recibiendo información.

Ha llegado el momento de empezar a hacer camino para lidera nuestra vida, y eso quiere decir responsabilizarnos, hacernos adultos, en las áreas donde no somos felices. Ha llegado el momento de SER personas más despiertas, amorosas y conscientes, de ser felices en nuestro trabajo, de tener relaciones de pareja sanas y equilibradas, de estar en paz con nuestros padres, de llevar a cabo una paternidad y maternidad consciente y presente con nuestros hijos, de abordar una alimentación consciente y saludable.

El trabajo interior ya no es una opción. Es una necesidad, urgente, si queremos adaptarnos al futuro, si queremos vivir en equilibrio con el planeta.

Tendemos a pensar que necesitamos un psicólogo, un terapeuta, un Coach o un nutricionista sólo cuando pasamos por un mal momento. Creo, modestamente, que hoy en día, nuestro trabajo se hace imprescindible, ya no sólo por nuestro bienestar inmediato, sino también el del planeta y para adquirir la capacidad de adaptarnos a los tiempos que este nuevo ciclo vital nos presenta.

Pere Berga.

Coach Ontológico y Terapeuta Gestalt.

Experto en cambios vitales y profesionales.

www.pereberga.com

Comentarios


Comentar

Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar y mejorar la navegación. Saber más